Reflexiones sobre el Tui Shou y el Taijiquan

Muy buenas tardes a todos hoy les comparto algunas reflexiones que escribí recientemente sobre el Tui Shou.

El Tui Shou es ante todo, un ejercicio diseñado para desarrollar habilidades que pueden aplicarse en un enfrentamiento real, pero que, en sí mismo, dista de constituir una forma de combate.

Se trata de un laboratorio de práctica interna en el que se cultivan aspectos fundamentales como la adaptabilidad y la sensibilidad táctil para saber sentir las presiones del compañero y aprovechar tanto sus excesos como sus deficiencias estructurales.

“以柔克刚” (Yǐ róu kè gāng), que significa “con suavidad se vence a la dureza”.

Limitaciones en las Competencias Deportivas

Es innegable que en la actualidad existen competencias y modalidades deportivas que, al imponer limitaciones técnicas, distorsionan la esencia del tui shou.

Restricciones en técnicas tradicionales:
Muchas de las técnicas fundamentales del taijiquan no están permitidas en estos contextos, aparte el marco deportivo impide que los practicantes asuman pérdidas necesarias para crecer en su dominio del arte.

Prohibición de ciertos movimientos: En algunas competiciones, el uso de pasos, golpes o técnicas de luxación en articulaciones, así como el empleo del codo y el hombro, está vetado.

Esto resulta paradójico, ya que dichos movimientos forman parte de las “ocho energías” y el entendimiento de los “5 Reinos murantes” estudiadas en Taijiquan y deberían estar presentes en la práctica integral del arte.

“内外兼修” (Nèi wài jiān xiū), que se traduce como “cultivar tanto el interior como el exterior”, enfatizando la importancia de la integración total de la técnica y el espíritu.

• Fuentes que respaldan esta visión se pueden encontrar en estudios especializados y en foros de discusión del Tai Chi, donde expertos destacan la función del tui shou como herramienta de aprendizaje en lugar de simple competencia (ver, por ejemplo, Tai Chi Journal: “Push Hands: The Laboratory of Taijiquan” ).

La Realidad de la Práctica

Muchas personas se inclinan por la práctica del taiji quan principalmente por razones de salud, sin que exista un interés profundo en el aspecto marcial o en el dominio del arte. Esto se debe, en parte, a que:

La etapa de entrenamiento que integra teoría y práctica resulta compleja y, en ocasiones, parece inalcanzable.

En muchas escuelas, el nivel de tui shou se mantiene en un nivel básico, favoreciendo la repetición de formas y no se practican aplicaciones marciales convencionales.

No obstante, en mi experiencia, quienes se adentran en el tui shou descubren que, a medida que supera la resistencia inicial, llegan a disfrutar y enamorarse de esta práctica.

El dominio del arte tanto en la forma como en el fondo interno se alcanza mediante la integración de la teoría y la práctica, un proceso que se resume en el concepto: “知行合一” (Zhī xíng hé yī), “la unión del conocimiento y la acción”.

El Tui Shou como Laboratorio de Aprendizaje

El tui shou es, en esencia, un laboratorio en el que se pone a prueba lo aprendido en las formas y el correcto uso de las 8 energías que se dividen en dos teorías conocidas por todos los cuatro lados y las cuatro esquinas. Cuando el nivel es más avanzado y se incluyen desplazamientos agregamos la teoría de los 5 Reinos mutantes.

Y en todos los siclos usamos los 4 principios del tuishou. Salvo el cuarto principio que si el estudiante solo conoce ciclos a pie fijo no es requerido.

Si bien las formas pueden evidenciar una ejecución estética, es en el tui shou donde se revelan las verdaderas habilidades internas.

Aprendizaje a través del error: Es normal que al principio las cosas no marchen de forma perfecta; el compañero actúa como espejo, haciendo evidentes nuestras falencias y permitiéndonos corregirlas.

Proceso evolutivo: La superación de dificultades y la integración de técnicas complejas requiere de tiempo, práctica y una comprensión profunda tanto del aspecto teórico como del práctico.

“学以致用” (Xué yǐ zhì yòng), “estudiar para aplicar”, enfatizando la importancia de convertir el aprendizaje en acción.

Esta visión del tui shou como un espacio de experimentación y desarrollo personal se respalda en diversas publicaciones y testimonios de maestros de taijiquan, quienes destacan que la verdadera esencia del arte radica en el crecimiento interno, más que en la competición.

Conclusión

El tui shou es mucho más que una simple práctica de combate; es un medio para cultivar la sensibilidad, la adaptabilidad y las energías internas del taijiquan. Queda claro que, para alcanzar un dominio real del arte, es indispensable transitar por este laboratorio de aprendizaje, enfrentarse a los errores y, sobre todo, integrar la teoría con la práctica, “知行合一” (Zhī xíng hé yī), el conocimiento sin acción carece de valor, y solo a través de la experiencia se llega a la verdadera maestría.

Un gran saludo 👋

Fotografía: estatua del tuishou en el parque nacional de Sun Lutang en Baoding, China.